Letonia es un país de la Unión Europea y, sobre todo, de la OTAN, dos supuestos antídotos contra cualquier tentación del presidente de Rusia, Vladimir Putin, para invadir esta pequeña república que perteneció a la URSS entre 1940 y 1991. Pero ni la sociedad ni el Gobierno letones las tienen todas consigo, y el fantasma de una invasión rusa tras el precedente de Ucrania está muy presente. Letonia había abolido el servicio obligatorio en 2006, dos años después de unirse a la OTAN. @larazon