Caso aislado que no representa de ninguna manera el civismo y el respeto que siempre ha caracterizado a la etnia gitana.
[…] Era tal el número de personas que había en Urgencias y en los alrededores que su presencia imposibilitaba el correcto funcionamiento del servicio del Hospital. “No entraba más gente, y además estaban gritando y llorando”, relatan estos mismos testigos, apuntando que varios sanitarios les explicaban a todos los allí presentes “que no les estaban dejando trabajar, que por favor saliesen y les dejasen hacer su trabajo”.
Poco a poco, los agentes han podido ir normalizando la situación, dentro de lo posible: “Parecía que estaban regulando el tráfico pero dentro de Urgencias. De hecho, hay muchos que al ver a la Policía se han ido corriendo”, señalan estos mismos testigos presenciales.
Además, también ha tenido que acudir la Grúa Municipal para retirar varios vehículos, ya que “según iban llegando, los iban dejando sin aparcar ni nada”. Esto imposibilitaba que las ambulancias pudieran llegar a la puerta del Hospital, teniendo que bajar a los pacientes a unos pocos metros de distancia y llevarlos en camilla.
Finalmente, algo más de una hora después, la situación se ha solucionado cuando uno de los allí presentes ha gritado “¡Lo han salvado!”, lo que ha provocado una explosión de júbilo de toda la sala de Urgencias, que ha comenzado a salir paulatinamente a la calle “a fumar y a tomar el fresco”, cuentan testigos presenciales, mientras daban las gracias “y rezaban”. […] @salamanca24horas.
Para rematar, el testimonio de un finolier que trabaja en ese hospital: