La agencia europea del medicamento ha puesto bajo su lupa dos fármacos, uno utilizado contra la alopecia y el otro para la enfermedad benigna de la próstata, por su posible capacidad para favorecer el suicidio. La EMA considera que ambos productos podrían contribuir tanto a generar ideas suicidas como a llevarlas a la práctica, pero de momento no hay nada en claro. Especialistas médicos consultados por EL CORREO insisten en que se trata de una sospecha y que, de momento, no hay pruebas concluyentes, tan «solo un estudio» a la espera de resultados. @elcorreo