Las fuentes consultadas por este diario deslizan que existe cierto temor en la Dirección General de Tráfico a las acciones legales que pueda emprender el piloto si es apartado de su puesto. Ante la publicación en distintos medios de informaciones sobre el suceso y su trayectoria, Luis V. contrató los servicios de un despacho de abogados para defender su honorabilidad. «Él mantiene que todo es mentira, incluso lo de su test de drogas, y pone el foco en los mecánicos de los helicópteros, pero la verdad es que hacen un trabajo magnífico y nunca ha habido problemas», señalan a este diario. @theobjective