El Tato era el apodo de un hombre llamado Antonio Sánchez. Era sevillano, se dedicó toda su vida al mundo del toreo y vivió entre los años 1831 y 1895. El Tato, como le llamaban sus allegados, era conocido por aprovechar todas las oportunidades y acudir a absolutamente todos los eventos que se le presentaban. Las corridas de toros y los eventos sociales eran sus preferidos, por lo que no dejaba escapar ni uno. @ideal