Nou nou…
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@seeu.incourt enviado por Pepe Viruelas Tiktoker.
Atento a lo que me encuentro después de comprar un paquete de salchichas de pollo en Tesco. En República Checa sí que saben de publicidad subliminal para captar finoilers (pone “quítame la ropa”) Para que veas que no es fake y se venden en Tesco. @PepeViruelas.
De lo que se come, se cría…
Vi el gif el otro día por los comentarios. Usadlo con moderación.
Después del susto, el piloto del helicóptero le llevó lentamente al suelo, donde pudo soltar el paracaídas sano y salvo.
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@RALee85 enviado por Perenkennn.
[…] En la sentencia, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, el juez esgrime que “no queda acreditado no sólo la distancia que separa dos vehículos, sino también otras circunstancias de las que ni se habla ni se razona”. Para el magistrado, la DGT aporta como prueba para emitir la sanción “sólo unas fotografías en las que no podemos identificar la distancia exacta y no nos consta ni la velocidad, ni las demás condiciones” del tráfico, por lo que no habría prueba que justifique la multa. […] @elespanol
Enviado por Pepe Viruelas Motero.
Hey fino te mando el enlace de un japonés que ha hecho un remix tributo por la disolución de daft punk. @Platan0_Canari0
[…] Fue entonces cuando los médicos, entre ellos Vittorio Sacerdoti y un cirujano llamado Giovanni Borromeo, elaboraron un plan para diagnosticar a los refugiados con una enfermedad a la que llamaron Síndrome K. La enfermedad no existía en ningún libro de texto médico o en la tabla médica. De hecho, directamente no existía.
Aquello fue un nombre en clave inventado por el médico y activista antifascista Adriano Ossicini para ayudar a distinguir entre pacientes reales y judíos escondidos sin ningún problema de salud. El plan tendría éxito si los nazis creían que los pacientes tenían la enfermedad letal que podía infectar a cualquiera que entrara en contacto con ellos. Los médicos se inventaron situaciones con las que explicar el carácter peligroso, por ejemplo decían que en los estrechos cuarteles de los trenes de deportación un pasajero enfermo podría infectar a todos los que estaban a bordo, incluidos los soldados. […] @gizmodo
Según explicó Ossicini años más tarde:
La enfermedad se marcó en los informes de los pacientes para indicar que el enfermo no estaba enfermo en absoluto, simplemente era judío. Creamos esos documentos para ellos como si fueran pacientes ordinarios, y en el momento en que tuvimos que decir qué enfermedad sufrieron decíamos que tenían el síndrome K. Aquello significaba que “estoy admitiendo a un judío”, como si estuviera enfermo, pero sabiendo que todos estaban sanos … La idea de llamarlo Síndrome K fue mía.
Enviado por Fácil Nejo.