La víctima no encontró nada inusual cuando recibió un primer mensaje en Instagram. Una cuenta, con solo nueve fotos y diez seguidores, se hacía pasar por un ingeniero aeronáutico y cosmonauta ruso -como se les dice a los astronautas de Rusia-.
En cambio, el falso cosmonauta también empleaba la aplicación de mensajería Line, similar a WhatsApp, para expresarle su amor. “Quiero ir a Japón para comenzar una nueva vida. Quiero vivir allá. ¿Te casarías conmigo cuando llegue?”, le preguntaba, según conoció el medio local Sina.
La convenció por alrededor de un mes de que había encontrado a la persona ideal; para sellar el compromiso debía comprar un tiquete de vuelta a la Tierra en cohete. Bajo esa premisa, la mujer le transfirió alrededor de 4,4 millones de yenes en cinco cuotas (casi US$ 600.000). @elpais
Yo lo siento por la mujer, pero si caes en semejante timo, tarde o temprano ibas a perder ese dinero de otra forma.
Enviado por Nejo.