En octubre dediqué un post a este asunto.
Tras un año de acoso y coacciones por parte del Sindicato de Inquilinos, Esther Argerich ha podido recuperar su piso del barrio de Gràcia, en manos de okupas, gracias a la intervención de los Mossos. La propietaria, cuyos datos personales fueron hechos públicos sin su autorización por algunos líderes de Unidas Podemos, entre ellos Irene Montero, cuenta su versión de los hechos del piso más polémico de los últimos meses: ni tenía 17 pisos como afirmó Pablo Iglesias en televisión, ni es una gran tenedora de viviendas. Tampoco quería subir el alquiler un 30%, como publicaron algunos periodistas que no contrastaron la información.
Una historia para no dormir en la que Esther fue el objetivo de una campaña de acoso y derribo del Sindicato de Inquilinos, lobby inmobiliario de extrema izquierda estrechamente vinculado a Ada Colau y Podemos.
Aquí podéis ver todo el alegato escrito por la propietaria, Esther Argerich [LINK]
Estuvo cobrando un precio muy por debajo de mercado durante muchos años por un piso muy cerca de la Sagrada Familia, y que se llama igual que otra mujer que tiene un negocio con varios pisos en alquiler.
De confirmarse esto, la cagada de Irene Montero y compañía sería de proporciones bíblicas.