Las TV se han encargado de que todo el mundo vea la brutalidad policial en el caso del manifestante abatido en Hong Kong, pero no han enseñado los momentos previos en los que el Policía teme por su vida y la de su compañero.

Cuando se viralizó el vídeo de un policía de Honk Kong disparando a quemarropa a un manifestante, me olía mucho la tostada, ya que no teníamos contexto, y que un policía dispare así no es normal.

Bueno, pues ya tenemos el contexto:

Ahí va el vídeo:

Las TV se han encargado de que todo el mundo vea la brutalidad policial en el caso del manifestante abatido en Hong Kong, pero no han enseñado los momentos previos en los que el Policía teme por su vida y la de su compañero.

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Las TV se han encargado de que todo el mundo vea la brutalidad policial en el caso del manifestante abatido en Hong Kong, pero no han enseñado los momentos previos en los que el Policía teme por su vida y la de su compañero.

Y por si alguien cae en el socorrido “ad-hominem“…  The New York Times haciendo el mismo análisis:

“A las mujeres todo nos afecta más“

Interesante artículo de @anisokoria, una mujer que ya ha pasado por este blog con su charla sobre feminismo hegemónico en TEDx.

"A las mujeres todo nos afecta más"

Las mujeres somos más sensibles, más emocionales y todo nos afecta más, o al menos esto es lo que nos trasmiten desde el feminismo hegemónico, cuyas representantes se han empeñado en deleitarnos con sus constantes revelaciones sobre el calvario que supone ser mujer.

  1. Tenemos que enfrentarnos con el monstruo machista que es el aire acondicionado
  2. Soportar la humillación que supone que a una señorita no le huela la mierda a rosas es un estigma con el que no puede cargar ni la más brava de las guerreras
  3. También nos afecta más el cambio climático
  4. Madrid es super segura porque en Madrid, en 2017 solo hubieron 16 homicidios pero lo que realmente me preocupa es que de esos 16 homicidios 5 fueron mujeres
  5. El capitalismo es perjudicial para todos, dice la intelectual estadounidense Kristen Ghodsee, pero especialmente para ellas -y para su vida íntima-.

Que los indices de suicidio masculino tripliquen o cuadripliquen a los de las mujeres en casi todos los paises del mundo, nadie o casi nadie lo considera un problema de género, tampoco se suele mencionar que el 88% de gente que duerme en la calle son hombres. Probablemente escuchemos algo de esto cuando se encuentre la manera de que afecte más a las mujeres. Y es que como dice Daniele Giglioli: “La víctima es el héroe de nuestro tiempo”.

El nuevo héroe es el que no vence nunca porque la vida le supera y prefiere la comodidad de buscar culpables.

Con esta narrativa, el feminismo victimista y hegemónico continúa en su búsqueda por el eterno principe azúl, el hombre que, consciente de su maldad, deconstruye su masculinidad tóxica y se transforma en el caballero blanco de Gillette.