[…] En Rusia, un hombre fue rescatado de la guarida de un oso que le había roto la espina dorsal y lo había arrastrado hasta el interior de la cueva para preservarlo como “comida” para el futuro.
El hombre, identificado por la prensa local como Alexander, fue encontrado gracias a los perros de un grupo de cazadores que recorría la zona, en la República de Tuvá.
Al inspeccionarla, encontraron lo que en un primer momento les pareció “una momia humana” que comenzaba a descomponerse. Pero cuando se acercaron, el hombre moribundo tendido en el suelo abrió sus ojos azules y pronunció su nombre: “Alexander”. Llevaba cerca de un mes cautivo en la cueva. […] @infobae
Enviado por Igoroink.