El Imperio Germánico durante la Dinastía Salia o de Franconia va a vivir tiempos convulsos especialmente durante el reinado de su rey Enrique IV, o Heimrich IV. Va a ser un enfrentamiento con el papa de Roma Gregorio VII llamado Querella de las Investiduras, donde ambos van a pelear por ver quién tenía más poder, en resumen.
Tras 50 años de conflicto, fue el rey Enrique V quien logró solventarlo con el papa Calixto II en el Concordato de Worms y en el Concilio de Letrán. Con este rey parece que las cosas iban a mejorar, pero murió sin hijos y le sucedió Lotario de Supplinburg, poniendo así fin a la Dinastía de los salios.
Sin embargo, fue expulsado pronto por una casa ducal que empezó a ser muy importante, los Hohenstaufen, o Gibelinos, quienes pronto tendrían grandes rifirrafes no sólo con el Papa de Roma sino también con otra familia noble llamada Welf, o los güelfos.