En septiembre de 2021 Oleg Sviridov, de 32 años, fue visto con vida por última vez. Estaba mal herido. Una semana después encontraron su cuerpo enterrado en una zona boscosa a las afueras de la ciudad rusa de Vintai. El cuerpo de Sviridov estaba en una tumba que él mismo había cavado; en la tumba que le obligó a cavar su íntimo amigo Vyacheslav Matrosov, entonces de 35 años. Matrosov había descubierto que su amigo era un pederasta, que en su móvil guardaba imágenes explícitas de abusоs a menоres.
Matrosov descubrió que una de las víctimas era su propia hija, de seis años. En el audio del vídeo se oía la voz de la pequeña, ahijada del pеdеrasta: “Oleg, es suficiente. No lo puedo soportar más. Me quiero ir a casa”. @republica
Lo contamos aquí hace casi un año.