El banco central chino ha declarado este viernes ilegales todas las transacciones en criptomonedas y ha abogado por su prohibición, aumentando la presión sobre el sector tras ordenar en mayo al sistema financiero que evitara meterse en este mundo.
“Las autoridades están forzando a que la liquidez disponible vaya a la economía real“, plantea Xiadong Bao, analista de Edmond de Rothschild. Si bien no tiene una relación directa con la delicada situación de Evergrande, afirma que se busca “menos especulación, por ejemplo en vivienda o criptomonedas, y un desarrollo más sostenible“. @lavanguardia