Cada año se destruyen miles de toneladas de ropa falsificada. Paralelamente, cada año millones de personas desearían tener algo que ponerse… ¿os oléis la tostada?
Claro, no podemos poner esas falsificaciones en circulación, es un agravio para las marcas que devaluaría su ropa, pero… ¿y si remarcamos esa ropa y le cosemos otro logo? ¡BINGO!