En nuestro país, cerca de 120.000 personas sufren un ictus al año, de las cuales alrededor de 40.000 fallecen. Además, cerca de un 30 por ciento de los pacientes sufren algún tipo de discapacidad tras un ictus. Una enfermedad cerebrovascular que, además, supone un coste directo sanitario de 2 millones de euros al año y un coste indirecto de 6.500 millones de euros anuales. “En Europa, cada 40 segundos alguien tiene un ictus y fallecen 1 de cada 3 pacientes”, ha enfatizado el doctor Aranda. @infosalus