Un monstruoso Lada Niva con motor V8 y anabolizantes.

El propulsor original del modelo ruso no era del agrado de su propietario, un bloque de cuatro cilindros que ahora ha dejado paso a una unidad de origen japonés. Se trata de un V8 de 4.0 litros procedente de un coche totalmente diferente, un Lexus LS de primera generación, siendo su principal cualidad la fiabilidad ya que no hablamos de una mecánica que derroche potencia por los cuatro costados. En sus primeros años de producción, la potencia era de 254 CV, pero el paso del tiempo ha provocado que esta unidad haya perdido rendimiento por el camino. @caranddriver