¿Por qué no me sorprende? Porque son tantas las veces que he visto a gente que supuestamente lucha por algo que considera un bien para la sociedad, y resulta ser un sociópata, que me estoy acostumbrando. Son tantos los acomplejados con traumas sin curar que acaban capitalizando y liderando movimientos de gente ilusionable, que ya no me sorprendo.