Estúpіda tecnología “inteligente”…
@danwroc enviado por Jumy.
Este flipante vídeo de los laboratorios Embedded Control Lab muestra las 56 transiciones que puede realizar uno de sus mecanismos con un triple péndulo invertido en equilibro, un sencillo pero a a vez caótico sistema dinámico mucho más difícil de «gestionar» de lo que parece a simple vista. @microsiervos
Ojalá tengan razón… Porque viendo el coste que tiene un empleado (cada día más), si aparece una alternativa robótica que hace más en menos tiempo y con mucho menor coste… no pinta muy prometedor para el empleo.
Ya queda menos para ver a Echenique convertido en Robocop.
Esta instalación permite que una planta viva controle un machete. plant machete tiene un sistema de control que lee y utiliza los ruidos eléctricos que se encuentran en un filodendro vivo. El sistema utiliza un microcontrolador de código abierto conectado a la planta para leer señales de resistencia variables a través de las hojas de la planta. Usando un software personalizado, estas señales se asignan en tiempo real a los movimientos de las articulaciones del robot industrial que sostiene un machete. @canneo2103145
Vamos, que es como si asocio los movimientos random de mis huevos a un brazo robótico que sujeta una raqueta de tenis.
Los mejores chollos en Chollometro
Estados Unidos, Rusia y China trabajan en sus propios proyectos. El Pentágono cree que Irán y Corea del Norte también lo hacen.
El pulso electromagnético o EMP (por sus siglas en inglés) empieza posicionarse como el santo grial del armamento del futuro. Sus efectos altamente destructivos, casi sin dejar víctimas mortales, son conocidos desde mediados del siglo XX, pero hasta ahora no se han podido concretar en un arma tangible que permita a una potencia militar alcanzar la supremacía en este campo. No obstante, hasta cinco países tendrían abiertos ahora mismo diferentes programas para desarrollarla.
El descubrimiento de este pulso se produjo durante las pruebas de las bombas atómicas. Tanto Estados Unidos como la Unión Soviética se dieron cuenta de que cuando hacían estas pruebas en la atmósfera, se generaba una emisión de energía electromagnética muy breve pero de muy alta intensidad. La consecuencia es que todo componente electrónico que estaba en un amplio radio de kilómetros quedaba achicharrado, totalmente quemado, e inservible.
Sin causar apenas muertos –sólo fallecerían aquellas personas con marcapasos o que tienen implantado algún dispositivo electrónico en el cuerpo– se podría mandar a una ciudad o un territorio al siglo XIX en cuestión de segundos. Todo lo eléctrico dejaría de funcionar. Adiós internet, telecomunicaciones, vehículos, maquinaria de fábricas, fuentes de energía, sistemas hospitalarios o bancarios… En definitiva, adiós tecnología. @libertaddigital
Gente con marcapasos: