
Aunque hasta ahora la ola de calor no había afectado al Mediterráneo occidental, la persistencia de la dorsal ha cortado de raíz las entradas de Tramontana, que habían enfriado el mar hasta valores normales. Como resultado, la temperatura del agua del mar no solo se ha disparado, sino que vuelve a alcanzar valores cercanos al récord en algunas boyas de Baleares, con temperaturas superficiales propias del Caribe. @tiempo
Ya solo falta que el calentamiento del agua atraiga a tiburones.

Lo que nos faltaba en Murcia…







