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Yolanda Díaz asegura que las diferencias salariales entre hombres y mujeres en el mundo del deporte no tienen justificación: “La discriminación retributiva es una vulneración fundamental de derechos. Inspección de Trabajo está actuando para corregirlo”

Esto es lo que pasa cuando pones a una persona abiertamente comunista como ministra de trabajo.

Yolanda Díaz asegura que las diferencias salariales entre hombres y mujeres en el mundo del deporte no tienen justificación: “La discriminación retributiva es una vulneración fundamental de derechos. Inspección de Trabajo está actuando para corregirlo”

Yolanda Díaz asegura que las diferencias salariales entre hombres y mujeres en el mundo del deporte no tienen justificación: “La discriminación retributiva es una vulneración fundamental de derechos. Inspección de Trabajo está actuando para corregirlo”

Yolanda Díaz asegura que las diferencias salariales entre hombres y mujeres en el mundo del deporte no tienen justificación: “La discriminación retributiva es una vulneración fundamental de derechos. Inspección de Trabajo está actuando para corregirlo”

Yolanda Díaz asegura que las diferencias salariales entre hombres y mujeres en el mundo del deporte no tienen justificación: “La discriminación retributiva es una vulneración fundamental de derechos. Inspección de Trabajo está actuando para corregirlo”

Yolanda Díaz asegura que las diferencias salariales entre hombres y mujeres en el mundo del deporte no tienen justificación: “La discriminación retributiva es una vulneración fundamental de derechos. Inspección de Trabajo está actuando para corregirlo”

Yolanda Díaz asegura que las diferencias salariales entre hombres y mujeres en el mundo del deporte no tienen justificación: “La discriminación retributiva es una vulneración fundamental de derechos. Inspección de Trabajo está actuando para corregirlo”

De los creadores de «pos que impriman más dinero»…

Imagina tener la edad de Yolanda Díaz y comprar la teoría del valor-trabajo. Es una forma de no madurar. Tener esa edad y haber visto mil ejemplos en los que esa teoría hace más aguas que el Titanic, pero seguir defendiéndola… lamentable.