El 57,4% de las chicas de entre 15 y 29 años dice sentirse identificada con el movimiento feminista, lo que supone un descenso de diez puntos respecto a hace dos años, cuando en 2021 se declaró feminista el 67,1%. El barómetro refleja también una consolidación de la tendencia hacia la reducción del sentir feminista en los hombres. Un descenso que se inició en 2019, cuando el 37% de ellos afirmó sentirse feminista; bajando en 2021 a un 32%; hasta llegar al 26% el pasado año. @20minutos
Me ha llamado la atención esto:
El 87% asegura haber visto en su entorno cercano alguna situación de vioIencia machista, siendo revisar el móvil de la pareja la más común (54% de mujeres que lo han percibido en su entorno, frente al 35% de hombres); seguida de otras relativas al control de lo que hace la pareja (47% de mujeres, 25% hombres); o limitar con quién se puede hablar o a dónde se puede ir (46% mujeres y 26% hombres).
Se ponen una venda en los ojos y dan por hecho que eso solo lo hacen los hombres, cuando son actitudes que apostaría dinero a que las ejercen más ellas que ellos.
Se están desviando hacia la fachosfera.
“Sí, aquí la sensación general es que los chicos jóvenes se han vuelto más conservadores que las chicas. Parece como si hubieran desarrollado un rechazo, una reacción a la contra frente a los cursos sobre cuestiones de género, el feminismo, etcétera. Esto se refleja en que justifican algunas violencias o en que se ríen o banalizan al tratar estas cuestiones”, explica Judit, miembro del espacio para jóvenes del centro barcelonés Joves de Gràcia. @lavanguardia
Ojo, les parece alarmante que la chavalada esté exactamente entre la extrema izquierda y la extrema derecha, es decir, en el centro centrísimo…
Y en Alemania más de lo mismo…
Es un fenómeno GLOBAL:
Cada vez son más los jóvenes que reducen su consumo de alcohol o incluso dejan de beber. Según un estudio de Statista realizado en Estados Unidos, que incluyó a 10.000 ciudadanos de entre 18 y 64 años, la Generación Z —aquellos nacidos entre finales de los noventa y principios de los 2000— es la más sobria de la historia. Además, un estudio internacional de HBSC, respaldado por la Organización Mundial de la Salud, indica que solo el 8% de los adolescentes consume alcohol semanalmente, una cantidad significativamente menor comparada con la de sus coetáneos en 2006. Esta tendencia se refleja en la popularidad de iniciativas como Dry January (enero seco), que surgió en el Reino Unido en 2013, y anima a los participantes dejar de consumir alcohol durante el primer mes del año como respuesta a los excesos navideños. @elpais
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“Ahora utilizan más internet y les faltan escenarios reales para construir relaciones”, opina.
“En esta sociedad es muy complicado socializar y no sentirte solo”, comparte al respecto Adrián, un joven de 19 años que confiesa experimentar ese sentimiento habitualmente. En su peor momento buscó la ayuda de Villora y pudo volver a interactuar con iguales gracias a las actividades que realizan en el centro, sin embargo, reconoce que aún no cree haber encontrado la verdadera amistad. “Hay mucha gente que se interesa por mí, pero quiero relaciones recíprocas y profundas. No siento que pueda ser yo mismo“, narra. @rtve
La sociedad, unos por sobreactividad, y otros por exceso de pasividad, está constituyendo un escenario en el que nadie puede ser REAL, porque todos tenemos algo por lo que nos podrían funar. Por lo tanto todas las relaciones están condenadas al fracaso, porque tarde o temprano va saliendo lo que cada uno es en realidad.
Encontrar una pareja con la que puedas ser tú mismo es el requisito nº1, el más importante, por encima de todo lo demás.
En 2023, las familias españolas que fantaseaban con comprarse un piso se dieron de bruces con la realidad. El mercado inmobiliario les cerró las puertas en la cara a medida que el Banco Central Europeo (BCE) iba subiendo los tipos de interés. Comprarse un piso, el hito aspiracional por antonomasia de la clase media española, se ha vuelto casi un imposible para decenas de miles de hogares. Y todo apunta a que así seguirá siendo también en 2024, un año en el que el sector inmobiliario se verá atravesado por las mismas dinámicas que han marcado 2023: hipotecas caras, menos compraventas, pero precios todavía elevados que apenas se moverán. @20minutos