El Ford GT de segunda generación es uno de los coches más versátiles del mundo. Fue diseñado para tomar curvas, pero gracias a su excelente motor y su transmisión a prueba de bombas, también se ha convertido en un increíble competidor drag races en línea recta. El mejor ejemplo lo tenemos en este Ford GT de 2006 que acaba de alcanzar las 310,8 mph, es decir unos apabullantes 500,18 km/h en una milla, lo que lo convierte en el coche homologado para calle más rápido de su categoría. @caranddriver