Lo cierto es que soy partidario de que por malos que sean, y por ofensivos que sean, las mofas, los chistes, y demás derivados, nunca deberían ser motivo de detención.
Aquí está claro que el tipo quiere hacer sangre del asunto, pero da igual, la policía del humor no debería existir.
@diarioarea enviado por Bernardo Gui.