La verdad es que defender este asunto como un “es que matrimonio significa blablabla”… siempre me ha parecido una chorrada. Hay una realidad: existen las personas homosexuales, y deben tener los mismos derechos que cualquiera. Igualar esas uniones con “dos cuñadas viudas que se unen civilmente” es una falta de respeto a esas personas que quieren formalizar su relación de pareja, y no de forma instrumental para tener garantías y derechos de lo que un partido considera pareja “real” (a los ojos de JESUCRISTO).
Es legítimo defender lo que defienden, pero no pueden evitar que se perciba lo que hay detrás. Todo este discurso es una forma poco discreta de intentar camuflar lo que subyace: homofobia.