Subtítulado en castellano: Los 2 minutos más surreales de la entrevista desastrosa de Josep Borrell con @dw_conflictzone.
Borrell regaña al periodista por decir que Forcadell no ha sido condenada, le llama mentiroso por citar el CIS y abandona la entrevista.
Increíble. pic.twitter.com/miRrJwxHdZ
— Joe Brew (@joethebrew) March 28, 2019
Os explico por qué he titulado así el post. Para empezar yo no me habría ido, aunque Borrell tenga razones para hacerlo. Más que nada porque irte no es lo más inteligente, y lo van a usar en tu contra (como ya está pasando). Dicho esto… se ha ido por lo que se ha ido, y no por lo que te venda la borregada en tuister.
Cuando el entrevistador apela al sentimentalismo diciendo que “mantiene en la cárcel a una abuelita de 65 años“, Borrell ya da el primer aviso, y no me extraña, ya se huele la tostada. A esa “abuelita” se le está aplicando la ley como a todos los demás.
Luego el tipo dice que el 70% de la población está de acuerdo con reformar la constitución, después de haber dicho Borrell que los catalanes podrían haber intentado independizarse usando los cauces legales. ¿Cuál es la trampa lógica? pues que la frase completa es “el 70% de los españoles están de acuerdo con reformar DE ALGUNA MANERA la constitución”. El entrevistador intentaba deslizar que el 70% de la población está de acuerdo con permitir que las comunidades se independicen, y nada más lejos. Si haces esa pregunta, el resultado sería muy distinto. Porque claro, tú puedes preguntar a la gente si cambiarían algo de España, y un 100% te dirá que sí. Cosa distinta es que todos coincidan en qué cambiarían. “Yo pondría vendings en la playa”, “yo prohibiría el regetón”, “yo prohibiría Tele5″… La verdad es que es agotador debatir con gente que intenta retorcer y maquillar la realidad constantemente.
Incluso atendiendo a esa encuesta… ¿Qué debería hacer el gobierno? si nadie le lanza una propuesta de reforma concreta que consiga los apoyos necesarios, no hay nada que hacer. No pueden abrir un proceso de “reformar algo que no sabemos qué es, pero algo reformaremos” y menos si va en contra de la integridad del estado.
Su decisión no fue la más inteligente, no en vano sus asesores le recomendaron volver, y eso hizo, pero razones tuvo para acabar la entrevista.