Desde pequeña supo lo que era la discriminación. Su madre trabajaba en las cocinas de un restaurante porque no la dejaban salir “por ser fea” -tal y como confesó en Chester- ya que tenía un angioma en la cara y a ella le hacían bullying en el colegio por su sobrepeso. Le llegaron a pegar y le escondían bellotas debajo de la mesa llamándole “cerdita”. Muchos de los que se metían con ella terminaron pidiéndole autógrafos. Para la ex profesora de interpretación de OT 2018 su progenitora fue un ejemplo a seguir ya que nunca se dio por vencida, soportó crueldades y “como tenía tanto carisma” llegó a ser maître del restaurante. @elmundo
Un “influencer” ha dicho lo que muchos piensan (pensamos) y ha capitalizado todo el odio en redes sociales con este tuit.
El timing, respeto a los muertos, y blablabla. Pero todo el mundo pensando lo mismo.
Sin duda es mucha mejor idea luchar contra la obesidad que luchar contra la gordofobia. Se le da mucha importancia a los síntomas (discriminación) y no tanta al grave problema de salud que supone estar obeso. Los grupos de influencia deberían ser más ‘grasa negative’ y menos ‘body positive’…
Los obesos que le han echado huevos y han salido del agujero no creo que tengan en gran estima a la gente condescendiente que alimentaba la pasividad que les mantenía dentro del agujero.
Dicho esto, cada uno que se vaya al agujero como quiera, pero que no intente arrastrar a los demás con argumentos basura que le quitan peso a un problema gravísimo por pura autoconfirmación.
Bueno, os dejo por aquí mi contribución en el funeral de Itziar Castro.
— Peski (@YRPesquera) December 8, 2023