Un reciente estudio de la Universidad de Lund, en Suecia, encontró un mayor riesgo de linfoma en las personas que estaban tatuadas. El equipo, liderado por la doctora Christel Nielsen, incluyó a todos los pacientes de este tipo de cáncer hematológico, detectados entre el 2007 y el 2017, reflejados en el Registro Nacional de Cáncer de Suecia. Nielsen es epidemióloga y su carrera se ha centrado en cómo las sustancias químicas del mundo actual afectan a la salud, y respecto a los tatuajes, cree que todavía «se conoce muy poco». Por ello, se ha propuesto cambiarlo. Si bien la investigación que ha dirigido todavía es inicial, cree que tiene un gran futuro por delante. @lavozdegalicia