Si notáis menos turra de lo habitual es porque está pasando la fiebre morada. Poco a poco la gente empezará a decir eso de «yo nunca estuve de acuerdo», y las más fieles al régimen caerán en desgracia eterna. Las multinacionales soltarán este juguete roto y cogerán otro con el que dar una imagen «compatible con las ventas».