Además, el pequeño lanzó una pregunta que dejó en silencio a todo el claustro: “¿Son más importantes sus sentimientos que mi derecho a la libertad de expresión?”.
Para enfatizar esta idea, su discurso se centró en que “él respeta las banderas o símbolos” asociados al colectivo LGTBI, y no se había quejado nunca. “Creo que todos merecemos expresarnos”, añadió. @elmundo