Aquí la primera parte, y aquí la segunda.
Aquí la primera parte, y aquí la segunda.
Como está todo el mundo especialmente ocioso, nos hemos pasado de tráfico con el señor CloudFlare, y estamos apañando la web para que vuelva a funcionar bien.
Casi todos los síntomas se han largado, menos la tos, y ya puedo oler ligeramente y saborear las cosas.
Ayer ya noté que podía oler un poco la pizza y el café, y hoy es mucho más evidente. Estos últimos días aún tosía “bastante”, pero hoy pasa mucho más tiempo entre tosidos, y no me llega a irritar la garganta. En breve, si todo va bien, empezaré a hacer algo de deporte en casa.
“Es que si tuviéramos un sistema de sanidad pública que…”, “es que si pagase muchos más impuestos…”, “es que si donase la mitad de su fortuna…”
Es que si mi abuela tuviera ruedas…
Resumen: Las donaciones no son un salvoconducto ni eliminan las acciones reprochables de las personas, pero siempre son elogiables, y siempre hay que agradecerlas.
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