Impuestos directos, impuestos indirectos, cotizaciones sociales… Más de la mitad del fruto de tu trabajo pasa por las manos del Estado. La pregunta es… ¿Qué recibes a cambio?

Impuestos directos, impuestos indirectos, cotizaciones sociales... Más de la mitad del fruto de tu trabajo pasa por las manos del Estado. La pregunta es... ¿Qué recibes a cambio?

Impuestos directos, impuestos indirectos, cotizaciones sociales... Más de la mitad del fruto de tu trabajo pasa por las manos del Estado. La pregunta es... ¿Qué recibes a cambio?

Gracias a la “mejor sanidad del mundo” tengo un maravilloso mes de espera para un análisis de sangre rutinario. Y más de una semana para ver al médico de cabecera. Lo mejor es que la mayoría de las cosas se me pasan antes de ver al médico.

Pero insisto en la pregunta del título del post… ¿Cómo podemos saber cuánto es pagar demasiado por lo que recibimos? ¿Un 50% es mucho pero un 40% no? ¿Un 80% tampoco sería mucho?

Lo único que podría dar tranquilidad y seguridad al cotizante es que el gasto se optimice, que no haya duplicidades, que la burocracia no fuera excesiva, que el país funcionase como un conjunto de engranajes bien engrasados, pero con los engranajes justos, no con 5 veces más engranajes de lo necesario.