
Cada 20-N distintos puntos del país se van encendiendo con misas en honor a Francisco Franco. La familia del dictador lleva años eligiendo para la ceremonia un templo situado en el número 88 de la calle Velázquez en Madrid, cifra con cierta reputación en los ambientes ultras. En la parroquia de los Doce Apóstoles, situada precisamente en ese número, se han reunido hoy unas 250 personas, entre feligreses, ‘nostálgicos’ y curiosos. Poco les ha importado la irrupción, un poco antes de las 8, de dos activistas de Femen semi desnudas con pancartas en las que se leía “fascismo legal, vergüenza nacional” o “al fascismo, ni honor ni gloria”, salvo para un hombre -purito en boca, bandera preconstitucional en mano- que torpemente creyó que, para defender esa España suya, no había mejor respuesta que manosearle un pеcho a una de ellas. @elmundo
Hay vídeos, los dejo tras el salto.

















