El hecho de que no se establezca cláusula de corte es otro de los puntos que, aunque no supone ninguna irregularidad, ha sorprendido dentro de RTVE, pues la cláusula de corte es la única herramienta que tiene la Corporación Pública para poder cancelar un programa si no se llega a los objetivos marcados. Durante un año y medio, de aprobar el Consejo de Administración este acuerdo, RTVE “estará atada de pies y manos” si el programa no hace un buen dato.
Este es el punto más anómalo del contrato y que, según estas fuentes, “nunca se había visto en un contrato de televisión”. Y es que el contrato sí o sí es por dos temporadas, y solo en la segunda temporada se podrá resolver el contrato si no se llegan a unos mínimos de audiencia -“bastante bajos”, aseguran-. Mínimos además de cuatro meses consecutivos, por lo que si solo un mes supera esos mínimos interrumpe la cuenta.
RTVE podrá resolver unilateralmente el contrato, pero solo a partir de la segunda temporada, si el programa no alcanza durante cuatro meses consecutivos una media en cada uno de dichos meses del 7,5% de cuota de pantalla si se emite en el access prime time, una cuota poco habitual en los contratos firmados por RTVE que se suele situar entre el 8% y el 9%. Y del 8% de share si se emite en late night, mediando siempre con un preaviso de dos meses. @elmundo