Ejecución de Lavrentiy Beria – Jefe de la Policía Secreta de Stalin y Hombre Más Odiado del País

Lavrentiy Beria, hijo de padres ortodoxos profundamente religiosos, nació el 29 de marzo de 1899 en el pueblo georgiano de Merkhúli, entonces parte del Imperio ruso. En agosto de 1938, Stalin llevó a Beria a Moscú como jefe adjunto del Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos -el infame NKVD-, el ministerio que supervisaba las fuerzas de seguridad y policía del Estado. Bajo el mando de Nikolai Ieshov, jefe del NKVD, la organización llevó a cabo la Gran Purga, que consistió en el encarcelamiento o ejecución de un gran número, posiblemente más de un millón, de ciudadanos de toda la Unión Soviética como supuestos “enemigos del pueblo”. Esto ocurrió entre agosto de 1936 y marzo de 1938.

Tras la llegada de Stalin al poder, algunas personalidades del antiguo partido bolchevique empezaron a cuestionar su autoridad. Una investigación reveló la existencia de una red de miembros del partido que supuestamente trabajaban contra Stalin, incluidos varios de sus rivales. A mediados de la década de 1930, Stalin creía que cualquier persona vinculada a los bolcheviques o al gobierno de Lenin era una amenaza para su liderazgo y debía desaparecer.
La Gran Purga comenzó con la detención de afiliados del partido, bolcheviques y miembros del Ejército Rojo, y luego se extendió a campesinos soviéticos, intelectuales y personas de determinadas nacionalidades.

Durante sus operaciones masivas, el NKVD utilizó sin cuestionárselo el encarcelamiento, la tortura, los interrogatorios violentos y las ejecuciones arbitrarias para consolidar el control sobre la población civil a través del miedo.

En 1938, sin embargo, la opresión se había extendido tanto que estaba dañando las infraestructuras, la economía e incluso las fuerzas armadas del Estado soviético, lo que llevó a Stalin a poner fin a la purga. En noviembre de 1938, Beria sucedió a Yezhov al frente del NKVD, aliviando la represión iniciada bajo su mandato.

El gobierno admitió oficialmente que se habían producido algunas injusticias y “excesos” durante las purgas, de los que se culpó enteramente a Yezhov, y como consecuencia de esto más de 100.000 personas fueron liberadas de los campos de trabajo. Pero la liberalización fue sólo relativa, ya que algunas prácticas no cesaron: las detenciones, torturas y ejecuciones.

Muchos de los oficiales del NKVD ascendidos por Beria eran torturadores con una fama brutal. El director de teatro Selovód Meyerhold, que fue interrogado por Lev Shvartzman, describió cómo le golpeaban en la columna vertebral y en las plantas de los pies hasta que “el dolor era tan intenso que parecía que le estaban echando agua hirviendo en estas zonas tan sensibles”.

Robert Eikhe, antiguo alto cargo del partido, fue golpeado de forma sádica. Y esto no fue todo ya que Boris Rodos le llegó a arrancar un ojo en el despacho de Beria mientras éste observaba. Este último no sólo permitió y alentó las palizas a los prisioneros, sino que en algunos casos las llevó a cabo personalmente.

La Segunda Guerra Mundial comenzó el 1 de septiembre de 1939, cuando la Alemania nazi invadió Polonia. El país se vio inmerso en una guerra en dos frentes cuando fue invadida por la Unión Soviética desde el este el 17 de septiembre. Varsovia se rindió oficialmente a los alemanes el 28 del mismo mes y un día después, de acuerdo con el protocolo secreto de su pacto de no agresión, Alemania y la Unión Soviética se repartieron Polonia.
En 1940, el ritmo de las purgas volvió a acelerarse.

El 16 de enero de 1940, Beria envió a Stalin una lista de 457 “enemigos del pueblo”, de los cuales 346 estaban marcados para ser fusilados. Entre ellos figuraban el predecesor de Beria, Yezhov, su hermano y sus sobrinos, así como una de las figuras clave de la purga, Yefim Yevdokimov, su mujer y su hijo adolescente.

Durante este periodo, Beria supervisó las deportaciones de personas identificadas como “enemigos políticos” de Polonia, Lituania, Letonia y Estonia tras la ocupación soviética de esos países.

El 5 de marzo de 1940, tras la celebración de la Tercera Conferencia de la Gestapo y el NKVD en la ciudad polaca de Zakopane, Beria envió una nota a Stalin en la que afirmaba que los prisioneros de guerra polacos recluidos en campos y prisiones del oeste de Bielorrusia y Ucrania eran enemigos de la Unión Soviética, y, por tanto, recomendaba su ejecución.

Enviado por WillSmithChapoGoodMan.

El periodismo según Wyoming: “Ha cambiado mucho, me acosté cuando Gabilondo era referente y me he despertado con Ana Rosa”

Por un momento parecía estar hablando de Ferreras 😀

El periodismo según Wyoming: "Ha cambiado mucho, me acosté cuando Gabilondo era referente y me he despertado con Ana Rosa"

[Ver vídeo en Twitter]

No sé dónde habrá visto este señor que Ana Rosa Quitana sea un referente del periodismo… Le ha faltado decir que Inda es el segundo.