Hace 50 años ya se avisó de que llegaríamos al máximo de los combustibles fósiles y de uranio. «Ya hemos llegado». El físico Antonio Turiel advierte antes de estrecharme la mano: «¿Estás segura de que quieres mantener esta conversación?». No lo dice en balde. De hecho, si siguen leyendo a partir de ahora, las expectativas que durante todo el año han acumulado para este mismo verano se verán alteradas de manera decisiva.
El científico leonés es un poco Casandra, la figura troyana. La única diferencia es que sus pronósticos los dicta la ciencia, no la fatalidad concedida por los dioses. «Las fuentes de energía se acaban; el gas está a punto de comenzar a caer y las renovables no tienen ni de coña la capacidad que se pretende decir que tienen. Además, necesitan muchos materiales y combustibles fósiles»… @diariodeleon