Tenían poco presupuesto y necesitaban mucho calzado barato, que pareciese futurista pero a la vez fuera estúpido. Encontraron una startup que cumplía los requisitos a la perfección. ¿Imagináis que tiempo después esas zapatillas se venden como churros y esa empresa se hace turbomillonaria? Pues…
Hay un detalle sobre Idiocracia que es una profecía autocumplida.
El encargado de vestuario tenía muy poco presupuesto y necesitaba calzado que pareciese futurista y a la vez estúpido.
Por aquella época acababa de nacer una startup que cumplía a esos requisitos a la perfección. pic.twitter.com/StgDyuOqNp
— EstaPasando (@EstaPasandoEsto) May 1, 2023
@PowderHound40 enviado por Naish.