Eran amigos, lo hizo trocitos y lo metió en bolsas. Curiosamente ambos tenían pensado tirar el cuerpo bajo el agua, pero Daniel Sancho cambió de estrategia a última hora y lo tiró a un vertedero. Llegó a comprar un barco y todo…
Aunque ambos eran amigos y salían juntos con frecuencia, los tribunales tailandeses consideraron probado que Segarra secuestró, retuvo, torturó y mató a Bernat para robarle el dinero de su cuenta bancaria, descuartizándolo después y arrojando sus restos al río Chao Phraya para hacer desaparecer su cuerpo. Durante todo el proceso judicial, que culminó el 20 de noviembre de 2019 con la confirmación de la condena por parte del Tribunal Supremo de Tailandia, Segarra mantuvo su inocencia. Pero en diciembre, y para agotar el último recurso que le quedaba, confesó por primera vez su culpabilidad en una carta en la que pedía clemencia al monarca tailandés.
En las juergas que se corría con Segarra en las noches locas de Bangkok, le contó que tenía mucho dinero en su cuenta de Singapur. Una revelación muy peligrosa porque Segarra, que tiene unos 40 años, había huido de España tras una carrera delictiva llena de estafas y timos. Dentro de sus pesquisas, la Policía tailandesa encontró restos de sangre de Bernat en el apartamento de Segarra, donde se supone que lo retuvo entre el día 20 y el 26 de enero de 2016 para sonsacarle las claves de su cuenta bancaria . Aunque los medios tailandeses publicaron en su día que Segarra llegó a transferir a su cuenta hasta 37 millones de bahts (930.000 euros) de Bernat, la cantidad finalmente sustraída fue mucho menor. @abc