Este gigantesco edificio de 26 plantas no es la última colmena humana de una ciudad dormitorio, sino una pocilga vertical diseñada para criar cerdos de forma óptima. Animales que vivirán como seres humanos, alimentados con sistemas automatizados, limpiados de manera constante, y monitorizados con cámaras de alta definición por personal enfundados en uniformes que parecen salidos de la fábrica donde la NASA construyó el telescopio James Webb. @elconfidencial