La caída en la oferta de viviendas y el alza de la demanda, unidas a tiempos de inflación récord, están dejando en muchas ciudades europeas unos precios de alquiler prohibitivos. En París, se tarda seis meses de media en encontrar alojamiento. Berlín intentó congelar los precios durante un lustro, pero la iniciativa fue tumbada por el Tribunal Supremo. Ahora es la capital belga la que pone en marcha una medida creativa sin precedentes: las autoridades locales requisarán viviendas sin habitar y las ofertará en el mercado con un precio social. Un estudio preliminar cifra en 4.500 las casas con potencial para pasar al control público. @elconfidencial
El Comunista Antonio Maestre, Colaborador estrella de la @laSextaTV insiste en que El Estado debe EXPROPIAR a los Propietarios Privados las viviendas que no y destinarlas a Alquiler Social.
Tal como lo hizo el Chávismo en Venezuela y lo hacen Socialistas en Bruselas???? pic.twitter.com/A4jP746bMs
— EQUALIZER3 (Eduardo G) (@egtegain) April 21, 2024