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Y los detalles de lo que pasó parecen de película…
[…] Se somete voluntariamente a las pruebas de alcoholemia. En la primera da 1,13 de miligramos de alcohol en litro de aire aspirado y, en la segunda, 10 minutos después, 1,05. Le intervienen el coche, un Dacia Sandero, y le citan para el día siguiente en los juzgados de Granada para un juicio rápido. Sobre todo, teniendo en cuenta que ya tiene varios antecedentes de conducción alcohólica y le han suspendido un par de veces del carné por sentencia firme. Por la última sentencia, debería haber realizado un curso de sensibilización y reeducación vial, pero ha decidido no hacerlo.
Al día siguiente, a la misma hora, con el mismo coche, que ya había recuperado del depósito, se dirige hacia Granada, para asistir al juicio rápido. Circula por la GR-30 a la altura del Nevada Shopping, el centro comercial. “Nosotros le vimos e iba dando bandazos”, dice el conductor de un coche que iba detrás del suyo. “Mi mujer me dijo que fuera con cuidado y me alejase un poco, pero enseguida se llevó a un motorista por delante”. […]
“Cuando paró, le adelanté, estacioné a un lado y me bajé del coche. Mi mujer llamó al 112”. Este hombre comprobó con horror como, fruto del arrastre, el motorista había perdido el casco. Su cuerpo estaba aprisionado debajo de la moto, cuya rueda trasera a su vez estaba todavía debajo del coche. El conductor de Dacia se bajó del vehículo a ver qué pasaba, pero iba tan borracho que no era capaz de mantenerse de pie como una persona normal y, ante el riesgo de que lo atropellaran, le ordenaron que se metiese otra vez en el Dacia y esperara.
“El hombre todavía respiraba, aunque estaba malherido”, reconoce el testigo. “Entonces, me acerqué al conductor del Daciay le pedí que quitase el coche porque estaba ocupando dos carriles y podía producirse otra colisión. No sé cómo lo hizo, pero volvió a pasar por encima del herido. Le pasó por encima del brazo izquierdo”. En ese momento, pasó una ambulancia por allí. La mujer del testigo movió los brazos haciendo gestos ostensibles de que parara. Lo hizo. […] @elconfidencial
No hace falta tener coche para acabar pagando otro tipo de peajes.
Desde 2015 que la sanción por tenencia de drogas en vía pública, “aunque no estuvieran destinadas al tráfico”, ha sido aumentada hasta los 600 euros por la Ley Orgánica de protección de la seguridad ciudadana -más conocida como ley mordaza. Antes se situaban en 300 euros, pero podían ser suspendidas si el infractor se sometía a un “tratamiento de deshabituación”. @20minutos
Las principales teorías feministas sobre habitabilidad sostienen que la distribución actual de las viviendas es “fruto del heteropatriarcado y del papel de cuidadoras que se ha adjudicado tradicionalmente a las mujeres”. Por ese motivo, en los últimos años han comenzado a proliferar las construcciones con “perspectiva de género”. Este tipo de estructuras pronto serán obligatorias en el País Vasco y también se están estudiando en Cataluña y la Comunidad Valenciana. @libremercado