El profesor que alerta de la sobreprotección: «Una madre me dijo que aprobase a su hijo para no traumatizarlo»
Torres lamenta que este tipo de conducta genera un clima «antieducativo», ya que «no se puede ahondar en ciertos temas porque los padres pueden demandarnos por fomentar ideologías contrarias a su criterio». «Quieren que los profesores eduquemos como ellos lo harían, porque no tienen tiempo de educar a sus hijos», expresa.Además, este profesor explica que hay una especie de «sobreactuación» del papel de padres o madres que no están presentes en la educación de sus hijos y delegan todo en el colegio: «Llegan al instituto y empiezan a insultar al profesor, a quejarse, y de pronto sienten que ya están haciendo algo por la educación de su hijo. Tiene que ver con cierta culpabilidad, obviamente inconsciente. Esto es muy perverso», señala.
Los docentes, ante estas situaciones «no quieren problemas». «La mayoría de profesores se está moderando. Ya no se generan en clase debates polémicos y no se habla de ciertas cosas por si algún alumno se ofende. Si en el colegio los alumnos no pueden argumentar, hablar y crear una conciencia de sentido crítico, ¿dónde lo van a hacer?», se pregunta el autor de El arte de educar a estúpidos.En su día a día, los docentes se encuentran con ciertas situaciones en las que los padres les cargan responsabilidades que no les corresponden: «Un alumno de unos 16 años saltó una valla y vino la madre a recriminar que no le estábamos vigilando, como si el chico no tuviera responsabilidad. Él piensa: ‘Si mi madre no me culpa a mí y culpa al instituto es que yo no tengo la culpa’», espeta Torres.
«Otra madre me dijo una vez que aprobase a su hijo para que el alumno no se traumatizase. A los alumnos tú les pones un un examen a tercera hora y a primera y a segunda no vienen. Y son los padres quienes empiezan a decir que el alumno está enfermo. Te das cuenta de que los padres están mintiendo», relata este docente valenciano. @eldebate
Látigo, hace falta látigo.
El cantante Daddy Yankee presentó una demanda contra su todavía esposa Mireddys González ante el Tribunal de Primera Instancia de San Juan debido a supuestas transferencias no autorizadas desde cuentas corporativas que ascienden a 100 millones de dólares. El abogado Carlos Díaz Olivo, defensa de Raymond Ayala Rodríguez, nombre real del artista, confirmó en declaraciones escritas este sábado que presentaron varias demandas de interdictos contra González y su hermana Ayeicha. @lavozdegalicia