Cuando he visto la noticia he pensado lo que imagino que pensarán todos: es algo realmente raro. Los alumnos no van por ahí apuñalando a profesores. “Un alumno de secundaria” se me antoja insuficiente. Me imagino a Luisito, un alumno normal, convencional, con su mochila llena de libros, y no de cuchillos… Así que he hecho la clásica búsqueda de noticias que den toda la información.
La única que lo hace es Nuevodiario. Y aquí la crítica hacia mis supuestas intenciones chungas es más complicada, ya que el muchacho comparte procedencia con mi querida esposa.
El asunto es sencillo: cuando se quiere vender un suceso como “algo que podría haber hecho cualquiera”, ocultando datos que facilita la agencia de medios, en realidad casi siempre suele haber un trasfondo complicado detrás. Detrás de unas supuestas buenas intenciones por parte de los medios, hay desinformación. Si omitieran el género en cada caso de violencia intrafamiliar, para no criminalizar a uno de los dos sexos, la gente nunca sabría que hay un desfase importante entre el género de los agresores y el de los agredidos. Igualmente, si siempre omites otra característica estadísticamente representativa, como pueda ser la procedencia, estás haciendo lo mismo. De ahí que yo incida en esta doble vara de medir de los medios.
Y para terminar, el hecho de que siempre se apresuren a tildar cada agresión de un hombre a una mujer de “violencia machista”, es intelectualmente ofensivo. Es como tildar cada agresión de una persona blanca a una persona negra de “violencia racista”, sin tener en cuenta nada más, cuando perfectamente la raza podría ser algo testimonial y sin ninguna relevancia en muchos casos. Convertirías por decreto a la gente de unas razas en legalmente superior a la de las demás.