Según ha informado Jefatura en un comunicado, las personas que se escondían tras esos perfiles anónimos intimidaron en repetidas ocasiones a la víctima con agredirle, le advirtieron que conocían donde vivía e, incluso, llegaron a publicar datos personales suyos. Además, la víctima comenzó a recibir un gran número de llamadas telefónicas desde números ocultos que acabaron afectando al normal desarrollo de su vida diaria. @abc