Solo hay que entrar en Instagram para ver que, sin necesidad alguna, la mayoría de las mujeres están enseñando cacho. Miles y miles de tías se auto-sexuaIizan voluntariamente en la era del feminismo y la libertad de la mujer. Nadie las obliga a sexuaIizarse, ni los hombres, ni la sociedad. Negar rasgos evidentes de nuestra biología a toda costa y buscarle encajes argumentativos que se puedan explicar con la ideología de turno es estúpido.