Panorama apocalíptico para los jóvenes en el mercado inmobiliario

Panorama apocalíptico para los jóvenes en el mercado inmobiliario

En 2023, las familias españolas que fantaseaban con comprarse un piso se dieron de bruces con la realidad. El mercado inmobiliario les cerró las puertas en la cara a medida que el Banco Central Europeo (BCE) iba subiendo los tipos de interés. Comprarse un piso, el hito aspiracional por antonomasia de la clase media española, se ha vuelto casi un imposible para decenas de miles de hogares. Y todo apunta a que así seguirá siendo también en 2024, un año en el que el sector inmobiliario se verá atravesado por las mismas dinámicas que han marcado 2023: hipotecas caras, menos compraventas, pero precios todavía elevados que apenas se moverán. @20minutos

Panorama apocalíptico para los jóvenes en el mercado inmobiliario

¿Quién iba a sospechar que había una turbogranja de criptos debajo del Tribunal en Polonia?

¿Quién iba a sospechar que había una turbogranja de criptos debajo del Tribunal en Polonia?

Estos ordenadores pertenecientes a la granja de minería de criptomonedas fueron descubiertos a finales de agosto por un trabajador de mantenimiento, y eso provocó que se abriera una operación que ha concluido recientemente. Estos ordenadores de la granja estaban ocultos dentro de los conductos de ventilación y el sistema robaba varios miles de esloti polacos de electricidad al mes. La plataforma estuvo escondida sin que nadie se percatara de su presencia durante bastante tiempo, y esto se debe a que se conectaban a través de sus propios módem. @computerhoy

¿Quién iba a sospechar que había una turbogranja de criptos debajo del Tribunal en Polonia?

La gata flora, si se la meten grita y si se la sacan llora.

Si queremos sueldos dignos y que los bares sean rentables, no podemos pretender que una terraza se pueda ocupar con un café o un botellín de un euro en el centro de Madrid. El cliente tiene la posibilidad de irse a otro bar que no tenga esa política, pero me temo que no estará tan céntrico, y si ese bar aún existe, acabará cerrando tarde o temprano.

La gata flora, si se la meten grita y si se la sacan llora.

No sé si es ilegal, pero creo que dice algo terrible sobre el modelo de consumo que tenemos”. Con estas palabras justifica José su indignación después de que en una terraza del centro de Madrid le indicaran que no podía sentarse para consumir un café a las 18.00, ya que solo servían “cocktelería o comida”. Después acudió a una cafetería situada a pocos metros, donde recibió la misma respuesta. “¿En qué se está convirtiendo Madrid?”, se preguntaba en sus redes sociales, y lo vuelve a plantear en declaraciones a este medio. @eldiario

La gata flora, si se la meten grita y si se la sacan llora.

Si quieres hacer la tarde por 2 ebros siempre puedes irte al parque con una litrona (o sin la litrona).

He añadido una negrilla más arriba porque más de uno no está entendiendo nada. Subir el SMI y los salarios en la hostelería está way, pero luego «no se vale» llorar porque los precios suben o pasan estas cosas. La gente a la que se dirige eldiario.es siempre quiere soplar y sorber a la vez, de ahí el «what do you want?». Primero arrastras a los dueños de los locales a subir los costes operativos, y cuando los intentan acomodar aumentando volumen de ventas… lloras. Aclárate.

Los bares no son ONG’s, son negocios. Si no te gusta el servicio que ofrecen, ve a otro que te ofrezca algo que cuadre con tus necesidades.