Los psicólogos son los nuevos padres.

Los psicólogos son los nuevos padres.

@arigameplays

Los psicólogos son los nuevos padres.

Más bien vivimos en un mundo en el que el débil tiene que ir al hospital por la pierna que le ha roto el fuerte. Aquí el asunto no es que pasen cosas malas y las paguen los buenos, el asunto es que «los buenos» no han desarrollado las herramientas necesarias para identificar a «los malos», y llegado el momento, lidiar con ellos. Esas herramientas se aprenden a su debido tiempo, son anticuerpos, y si no los tienes tendrás que tirar de farmacia.

Disclaimer: Me refiero a la generación de cristal, no todo el mundo que va al psicólogo es por «ser débil».

Pero el asunto de la generación de cristal está ya muy trillado, ahora me he fijado en eso de «LOS BUENOS«.

Este concepto siempre me ha parecido muy interesante porque todo el mundo cree ser el bueno de la película, pero poca gente sabe por qué narices lo es.

No todo el mundo llega a la bondad por el mismo camino… y no todos llegan al mismo concepto de bondad.

Algunos son «tan buenos» porque intentan sobrecompensar algo de su personalidad que no es compatible con la imagen idealizada que tienen de sí mismos. no se conforman con ser buenos… necesitan ser MUY BUENOS y de moral incorruptible. El clásico aliado con un pasado (o presente) incompatible con la imagen que quiere vender. Sigue teniendo los mismos impulsos, pero los reprime eventualmente para ser aceptado. Cuando identifica esos impulsos en otra persona, tiene que apuntarle con el dedo, y haciendo eso compensará las veces que no pudo reprimir su impulso. Empate.

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Los que hacen eso de forma inconsciente aun tienen un pase. Los que lo hacen de forma consciente son auténticas ratas del averno, cuidado con ellos.

Otros son buenos porque son débiles/dependientes y empatizan con los débiles esperando que los demás hagan lo mismo con ellos si algún día lo necesitan, a modo de salvavidas. Una suerte de complejo de inferioridad les hace ver a los fuertes como la encarnación del mal. Este perfil llevado al extremo suele acercarse a ideales comunistas, porque siempre es mejor estar en la media que en la mitad de abajo. Tiene su lógica, pero…

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Si por azares del destino se ven en la tesitura de poder codearse con «los fuertes», mágicamente empezarán a comprenderles y le pondrán ojitos a chalets con piscina y yates.

Otros son buenos porque así se sienten en paz consigo mismos. Quizás la razón más fiel al propio concepto «ser bueno», aunque en realidad se conforman con no ser malos. Principios morales, coherencia y lógica son los 3 mandamientos para este perfil. Este mecanismo es muy parecido al de los creyentes, pero sin creer en seres imaginarios. No rinden cuentas a ningún dios, pero se las rinden a una figura igual de elevada: ellos mismos.

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Todo esto en el plano inconsciente o semi-inconsciente.

En el plano consciente hay personas que se fuerzan a ser buenos porque necesitan que los demás lo sean con ellos. Mercenarios de las relaciones sociales. Estos suelen ser buenos de forma selectiva, solo con algunas personas que les interesan. A otros les engañan o les traicionan si ya no van a necesitar nada de ellos. De estos hay muchos. Para mantener su cabeza en orden suelen engañarse a sí mismos o argumentar para su foro interno que los demás hacen lo mismo, y no van ser ellos los únicos tontos que no actúen así. Sí, sociópatas.

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Las motivaciones de cada uno importan mucho, pero también entran en juego las vivencias.

Para todos suele pesar bastante el equilibro entre lo dado y lo recibido. El que da mucho y recibe mucho, se mantiene en equilibrio. El que da mucho y recibe poco, tiende a dar menos. El que da mucho y recibe en negativo, acaba como supervillano en alguna película de Batman. Los que no son capaces de modular lo que dan y necesitan que los demás estén a su «nivel de bondad»… acaban en el psicólogo/psiquiatra.