Todos somos iguales ante la ley, menos porque no lo somos
Mismo acto, distinta pena. Ou yea madafaka!
Se me ocurre una forma de eludir esto. Cuando tu novia te va a pegar, coges el móvil y te grabas diciendo “hoy, día tal, a la hora tal, me identifico como mujer. Llamadme loreta“. Entonces te defiendes, y cuando vayas al juzgado enseñas el vídeo. Un plan perfecto, sin fisuras.