No sé si será clickbait o la obra es lo que parece, pero me puedo imaginar su público objetivo…
Un espacio que aparentemente parece un teatro se convierte en una sala de confesiones donde cuatro mujeres serán juzgadas. Los personajes empiezan a definirse justo en el momento que pisan el escenario y ocupan su propio espacio limitado por una simple silla. Cuatro personas del mismo sexo, en este caso femenino y de una edad aparentemente parecida. Sus nombres van encabezados por las cuatro primeras letras del abecedario. Un texto donde la palabra es cedida con facilidad mediante monólogos intermitentes donde se describe los motivos de cuatro asesinatos protagonizados por estas cuatro chicas. El público se convierte involuntariamente en el juez de estas cuatro historias y el destinatario de las confesiones de nuestras protagonistas que en cierta manera piden comprensión y libertad. @porta4