Mis dieses para la conductora del autobús por la templanza, pero el tipo realmente parece peligroso por lo imprevisible.
Mis dieses para la conductora del autobús por la templanza, pero el tipo realmente parece peligroso por lo imprevisible.
Lo es porque Irene Montero defiende como triunfo del feminismo el indulto a una torturadora que tuvo dos años secuestrado a su hijo, encerrado a oscuras, sin contacto humano, sin vacunar, sin escolarizar y sometido a adoctrinamiento religioso constante.
Además acusó a su ex-pareja de abusar de él.
Recordemos en qué condiciones estaba:
@Bou.
Este indulto, y esas declaraciones, cruzan varias líneas.
Por un lado está difamando a ese hombre que ganó una batalla legal bastante dura, y en la que quedó acreditado que ella mentía, y que él era inocente. Además todo esto podría considerarse una inducción a la comisión de un delito.
En esta columna se resume bastante bien la situación: “Ser mujer es un asco”.