Tengo sentimientos encontrados con esta noticia

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“Tenía que cumplir las normas o cambiar de centro”

Así las cosas, la alumna que reclamaba poder asistir a clase con hiyab tenía que cumplir las normas o cambiar de centro, posibilidad que se le ha ofrecido, según han señalado a Efe fuentes de la Consejería de Educación.

Por su parte, el centro hizo llegar estos días una carta a los alumnos en la que salía al paso de un asunto que había trascendido al ámbito público, pese a la vocación del centro de preservar la privacidad de la menor.

En esta misiva, a la que ha tenido acceso Efe, la dirección señala que “se ha tratado de que parezca que existe un conflicto de discriminación religiosa o incluso racista”, cuando, “muy al contrario, se trata de un conflicto de soberanía democrática, esto es, de quién y de cómo se deciden las Normas de Convivencia, Organización y Funcionamiento (NCOF) en nuestro instituto”.

Por su parte, desde la Consejería de Educación respetan la autonomía del centro y, por tanto, su decisión y dan por concluida la polémica. @eldigitaldealbacete

Entiendo que las normas son las normas (son iguales para todos) y por esa parte estoy de acuerdo en la decisión. Pero… ¿Realmente es una norma que deba persistir? Yo no soy religioso, no creo en diositos, y nunca me pondría algo así, pero si la gente profesa una religión en la que esa movida es lo que hay que llevar, y no condiciona de ninguna manera el desarrollo de las clases, porque es solo un pañuelito por encima de la cabeza… ¿Tan importante es como para expulsar a alguien?

Postura favorita: estrella de mar

Postura favorita: estrella de mar

Un electricista británico ha admitido este jueves el asesinato de dos mujeres y decenas de vejaciones sexuales a cadáveres en morgues, un caso único en la historia judicial británica.

David Fuller, de 67 años, que trabajaba como electricista en varios hospitales, fue detenido a finales de 2020 tras pruebas de ADN de un nuevo tipo y admitió en su juicio este jueves el asesinato de dos mujeres de 20 y 25 años en 1987 en Kent. Se le acusa de haberlas agredido sexualmente.

Antes del juicio se había declarado culpable de otros 51 infracciones, incluidas 44 relacionadas con vejaciones post mortem, pero los investigadores estiman que hubo al menos 99 casos, 78 de las cuales fueron identificadas, incluyendo desde cuerpos de niñas hasta de octogenarias. @elmundo